Oración del pobre

V1
Oh Señor, oye mi oración, llegue mi clamor a ti.
V2
No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia. Inclina a mí tu oído, el día que te invoque, apresúrate a responderme.
V3
Porque mis días se disipan como humo, y mis huesos arden como brasas.
V4
Mi corazón está decaído como hierba cortada, y me olvido de comer mi alimento.
V5
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi piel.
V6
Soy semejante al pelícano del desierto, como el búho de las soledades.
V7
Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado.
V8
Cada día me afrentan mis enemigos, los que se enfurecen contra mí, usan mi nombre para maldecirme.
V9
Por eso como ceniza a manera de pan, mezclo con lágrimas mi bebida,
V10
a causa de tu enojo y de tu ira, pues me alzaste, y después me desechaste.
V11
Mis días son como la sombra que se alarga, me he secado como la hierba.
V12
Pero tú, oh Eterno, permaneces para siempre, y tu memoria de generación en generación.
V13
Te levantarás y tendrás piedad de Sión, porque es tiempo de compadecerte de ella, porque ha llegado la hora.
V14
Porque tus siervos aman hasta sus piedras, y de su polvo tienen compasión.
V15
Entonces las naciones respetarán el Nombre del Eterno, y todos los reyes de la tierra reverenciarán tu gloria,
V16
Porque el Señor, habrá edificado a Sión, y aparecerá en su gloria.
V17
Habrá respondido a la oración de los solitarios, y no habrá desechado su ruego.
V18
Esto se escribirá para la generación venidera, y el pueblo que ha de nacer alabará al Señor.*
V19
Porque el Eterno miró desde lo alto de su Santuario, miró desde el cielo a la tierra,
V20
para escuchar el gemido de los presos, y librar a los sentenciados a muerte,
V21
para que cuenten en Sión el Nombre del Eterno, su alabanza en Jerusalén,
V22
cuando los pueblos y los reinos se congreguen en uno, con los reyes para servir al Señor.
V23
Dios abatió mi fuerza en el camino, acortó mis días.
V24
Dije: "Dios mío, no me cortes en medio de mis días. Por generación de generaciones son tus años.
V25
"En el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos".
V26
"Ellos perecerán, pero tú permaneces; todos ellos como un vestido se envejecerán, como un vestido los mudarás y descartarás*.
V27
"Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán".
V28
"Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y sus descendientes serán afirmados ante ti"