V1
Dije: "Escuchad, príncipes de Jacob, y jefes de Israel: ¿No os concierne a vosotros saber lo que es recto?
V2
"Vosotros aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, quitáis su piel a mi pueblo, y su carne de sobre los huesos;
V3
"coméis la carne de mi pueblo, desolláis su piel, quebrantáis sus huesos, como para el caldero, y como carne de olla".
V4
Entonces claman al Eterno, pero él no les responderá. Antes esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicieron obras malvadas.*
Los profetas mercenarios
V5
Así dice el Eterno: "Los profetas extravían a mi pueblo, al que les da de comer anuncian la paz; y al que no les da, le anuncian batalla.*
V6
"Por tanto, la profecía se os volverá noche, y oscuridad el adivinar. Sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.*
V7
"Serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos. Todos cubrirán su labio, porque no tienen respuesta de Dios".
V8
Pero yo estoy lleno del poder del Espíritu del Eterno, de juicio y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.
V9
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio y pervertís todo el derecho;
V10
que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con injusticia.*
V11
Sus jefes juzgan por cohecho, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en el Señor, el Eterno, diciendo: "¿No está el Señor entre nosotros? No nos vendrá mal".
V12
Por eso, a causa de vosotros, Sión será arada como campo, Jerusalén será un montón de ruinas, y el monte de la casa como cumbre del bosque