. - EX:7

Escrito por Moisés, por el año 1440 AC

Ejemplo :V00

Aarón, portavoz de Moisés

V1

Y el Eterno dijo a Moisés: "Mira, yo te he constituido como Dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.

V2

"Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano las dirá a Faraón, para que deje ir de su tierra a los israelitas.

3

V3

"Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en Egipto mis señales y maravillas.

V4

"Faraón no os oirá. Pero yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré de Egipto a mis ejércitos, a mi pueblo, los israelitas, con grandes juicios.

V5

"Y sabrán los egipcios que el Eterno, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los israelitas de entre ellos".

V6

Y Moisés y Aarón hicieron como el Eterno les mandó. Así lo hicieron.

V7

Moisés tenía 80 años de edad y Aarón 83, cuando hablaron a Faraón.

La vara milagrosa

V8

El Señor dijo a Moisés y a Aarón:

V9

"Si Faraón os dijera: 'Mostrad algún milagro', dirás a Aarón: 'Toma tu vara y échala delante de Faraón, para que se vuelva culebra'".

V.10-12
0218

Los magos parecieron realizar con sus encantamientos varias cosas similares a las que Dios había efectuado por medio de Moisés y Aarón. En realidad no hicieron que sus varas se convirtieran en serpientes, sino que por su magia, ayudados por el gran engañador, hicieron que parecieran como serpientes para falsificar la obra de Dios. Satanás ayudó a sus siervos para que resistieran contra la obra del Altísimo, a fin de engañar a la gente y animarla en su rebelión. Faraón se aferraría de la más leve evidencia que pudiera obtener para justificarse al resistir la obra de Dios realizada por Moisés y Aarón. Dijo a esos siervos de Dios que sus magos podían hacer todas esas maravillas. La diferencia entre la obra de Dios y la de los magos consistía en que una era de Dios y la otra de Satanás. Una era verdadera y la otra falsa.
3SG 205, 206

V10

Así, Moisés y Aarón fueron ante Faraón, e hicieron como el Eterno había mandado. Aarón echó su vara ante Faraón y sus siervos, y se volvió culebra.

V.11
0219

Pero el príncipe del mal tenía todavía un objeto más profundo al hacer sus maravillas por medio de los magos. El sabía muy bien que Moisés, al romper el yugo de la servidumbre de los hijos de Israel, prefiguraba a Cristo, quien había de quitar el yugo del pecado de sobre la familia humana. Sabía que cuando Cristo apareciese, haría grandes milagros para mostrar al mundo que Dios le había enviado. Satanás tembló por su poder. Falsificando la obra que Dios hacía por medio de Moisés, esperaba no sólo impedir la liberación de Israel, sino ejercer además una influencia que a través de las edades venideras destruiría la fe en los milagros de Cristo. Satanás trata constantemente de falsificar la obra de Jesús, para establecer su propio poder y sus pretensiones. Induce a los hombres a explicar los milagros de Cristo como si fueran resultado de la habilidad y del poder humanos. De esa manera destruye en muchas mentes la fe en Cristo como Hijo de Dios, y las lleva a rechazar los bondadosos ofrecimientos de misericordia hechos mediante el plan de redención..
Patriarcas y Profetas Pag 269

V11

Entonces Faraón llamó a sus sabios y hechiceros, e hicieron lo mismo con sus encantamientos.

V12

Cada uno echó su vara, y se volvieron culebras. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos.

V.13
0220

Faraón, deseaba justificar la terquedad que manifestaba al resistirse al divino mandato, y buscó algún pretexto para menospreciar los milagros que Dios había hecho por medio de Moisés. Satanás le dio exactamente lo que quería. Mediante la obra que realizó por intermedio de los magos, hizo aparecer ante los egipcios a Moisés y Aarón como simples magos y hechiceros, y dio así a entender que su demanda no merecía el respeto debido al mensaje de un ser superior. En esta forma la falsificación satánica logró su propósito; envalentonó a los egipcios en su rebelión y provocó el endurecimiento del corazón de Faraón contra la convicción del Espíritu Santo. Satanás también esperaba turbar la fe de Moisés y de Aarón en el origen divino de su misión, a fin de que sus propios instrumentos prevaleciesen. No quería que los hijos de Israel fuesen libertados de su servidumbre, para servir al Dios viviente..
Patriarcas y Profetas Pag 269

V13

Sin embargo, como el Eterno lo había dicho, el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó.

La primera plaga: Sangre

V14

Entonces él Eterno dijo a Moisés: "El corazón de Faraón está endurecido y se niega a dejar ir al pueblo.

V15

"Ve por la mañana a Faraón, cuando sale al río. Ponte a la orilla del río ante él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,

V16

"y dile: 'El Eterno, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte que dejes ir a mi pueblo, a fin de que me sirva en el desierto, y hasta ahora no has querido oír'.

17

V17

"Así dice el Eterno: 'En esto conocerás que el ETERNO'. Con la vara que tengo en mi mano voy a herir el agua que está en el río, y se convertirá en sangre.

V18

"Y los peces que hay en el río morirán, y el río hederá, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río".

V19

El Eterno dijo a Moisés: "Di a Aarón: 'Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, arroyos y estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre, y haya sangre en todo Egipto, así en las vasijas de madera como en las de piedra'".

V20

Y Moisés y Aarón hicieron como el Señor mandó. Aarón levantó la vara e hirió el agua del Nilo, en presencia de Faraón y de sus siervos. Y todo el agua del Nilo se convirtió en sangre.

V21

Y los peces que había en el Nilo murieron, y el río se corrompió, y los egipcios no podían beber de él. Y hubo sangre en todo el país de Egipto.

V22

Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y tal como Dios lo había dicho, el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó.

V23

Y Faraón volvió a su casa, y tampoco prestó atención a esto.

V24

Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber el agua del río.

V25

Y pasaron siete días después que el Señor hirió al Nilo.