V1
En ese tiempo Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió una carta y un presente a Ezequías; porque supo que había estado enfermo, y había sanado.
V2
Y Ezequías se alegró, y les mostró la casa de su tesoro, la plata, el oro, las especias y ungüentos preciosos, todo su arsenal, y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No quedó nada en su casa y en su dominio, que Ezequías no les mostrara.
V3
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le preguntó: "¿Qué dicen esos hombres, y de dónde han venido? Ezequías respondió: "De tierra muy lejana. Han venido de Babilonia".
V4
Isaías preguntó entonces: "¿Qué han visto en tu casa?" Ezequías contestó: "Han visto todo lo que hay en mi casa. Nada quedó en mis tesoros que no les haya mostrado".
V5
Entonces dijo Isaías a Ezequías: "Oye Palabra del Eterno Todopoderoso:
V6
"Vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy. Nada quedará —dice el Señor—.*
V7
"De tus hijos salidos de ti, que engendraste, tomarán y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia".
V8
Ezequías respondió a Isaías: "La palabra del Eterno es buena". Pues, él pensó: "Al menos habrá paz y seguridad en mis días"..
