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  JOS:7
 

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Escrito por Josue, por el año 1390 AC

 

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Ejemplo :V00


Extraña derrota en Hai

V1
Pero los israelitas pecaron en las cosas condenadas a la destrucción; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó algunas cosas.  Y el enojo del Eterno se encendió contra los israelitas.
V2
Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Bet Avén, al oriente de Betel, y les dijo: "Subid y reconoced la tierra".  Y ellos fueron y reconocieron a Hai.
V3
Al volver a Josué, le dijeron: "No suba todo el pueblo, sino unos dos o tres mil hombres, y tomarán a Hai.  No fatigues a todo el pueblo, porque allí son pocos".
V4
Y subieron del pueblo como tres mil hombres.  Pero huyeron ante los de Hai.
V5
Los de Hai hirieron a unos 36 hombres.  Y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim y los derrotaron en la bajada.  Y el corazón del pueblo se disolvió como el agua.

Oración de Josué

V6
Entonces Josué rasgó su vestido, y se postró en tierra sobre su rostro ante el Arca del Eterno hasta la tarde, él y los ancianos de Israel.  Y echaron polvo sobre sus cabezas.

elena
V.7
0643


 


Josué manifestó un verdadero celo por el honor de Dios; sin embargo, sus peticiones estaban mezcladas con duda e incredulidad. El pensamiento de que Dios había hecho que su pueblo cruzara el Jordán para entregarlo al poder de los paganos, era pecaminoso e indigno de un caudillo de Israel. Los sentimientos de desaliento y desconfianza que albergaba, Josué eran inexcusables, en vista de los portentosos milagros que Dios había obrado para la liberación de su pueblo y de la reiterada promesa de que estaría con ellos para expulsar a los impíos habitantes de la tierra. Pero nuestro misericordioso Dios no castigó a su siervo debido a este error. Bondadosamente aceptó la humillación y las oraciones de Josué, y al mismo tiempo suavemente reprochó su incredulidad, y luego le reveló la causa de la derrota de ellos
ST 21-4-1881


V7
Y Josué dijo: "¡Oh, Señor, Eterno! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá hubiéramos quedado del otro lado del Jordán!
V8
"¡Ay, Señor! ¿Qué diré, ahora que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos?
V9
"Los cananeos y todos los habitantes de la tierra oirán, nos cercarán, y raerán nuestro nombre de sobre la tierra.  Entonces, ¿qué harás tú a tu gran Nombre?"

Pecado y castigo de Acán

V10
El Eterno respondió: "Levántate, ¿por qué te postras así sobre tu rostro?

elena
V.11-13
0648


 


Aquí expresó el Señor su abominación de la idolatría. Esas naciones paganas se habían apartado del culto del Dios viviente y rendían homenaje a los demonios. Santuarios y templos, bellas estatuas y costosos monumentos, todos, las más ingeniosas y costosas obras de arte, habían mantenido los pensamientos y afectos en la más completa esclavitud a los engaños satánicos. El corazón humano está inclinado naturalmente hacia la idolatría y la exaltación propia. Los costosos y bellos monumentos del culto pagano halagaban la fantasía y cautivaban los sentidos, y seducirían a los israelitas apartándolos del servicio de Dios. Para eliminar esta tentación de su pueblo, el Señor les ordenó que destruyeran esas reliquias de la idolatría, bajo la pena de ser ellos mismos aborrecidos y maldecidos por Dios
ST 21-41881


V11
"Israel ha pecado.  Han quebrado mi pacto que les había mandado. Han tomado de las cosas condenadas, han hurtado, han mentido y aun las han escondido entre sus enseres.
V12
"Por eso los israelitas no podrán enfrentar a sus enemigos, sino que ante ellos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser condenados.  Ni estaré más con vosotros, si no destruís de vuestro medio las cosas robadas.
V13
"Levántate, santifica al pueblo, y diles: 'Santificaos para mañana, porque el Eterno Dios de Israel dice así: Cosas condenadas hay en medio de ti, Israel.  No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quites de tu medio las cosas condenadas.
V14
"'Mañana os acercaréis por tribu.  La tribu que el Eterno tome, se acercará por sus familias, La familia que él tome, se acercará por los varones.
V15
"'Y el que sea encontrado con cosas condenadas, será quemado él y todo lo que tiene, por cuanto quebrantó el pacto del Señor, y cometió locura en Israel'".

elena
V.16-26
0649


 


La historia de Acán enseña la solemne lección de que por el pecado de un hombre el desagrado de Dios descansará sobre un pueblo o una nación, hasta que la transgresión se descubra y se castigue. El pecado es corrupto por naturaleza. Un hombre infectado con su mortífera lepra puede comunicar la corrupción a miles. Los que ocupan puestos de responsabilidad como guardianes del pueblo serán desleales a su cometido si fielmente no descubren y reprueban el pecado. Muchos no se atreven a condenar la iniquidad para no sacrificar un puesto o la popularidad. Y algunos consideran que es falta de caridad reprochar el pecado. El siervo de Dios nunca debe permitir que su propio espíritu se mezcle con el reproche que se le exige que dé, pero está bajo la más solemne obligación de presentar la Palabra de Dios sin temor ni favoritismo. Debe llamar al pecado por su verdadero nombre. Los que por su descuido o indiferencia permiten que sea deshonrado el nombre de Dios por su pueblo profeso, son contados con los transgresores, registrados en el libro del cielo como participantes de los malos actos de ellos... El amor de Dios nunca inducirá a alguien a dar poca importancia al pecado; nunca cubrirá o excusará un error inconfeso. Acán aprendió demasiado tarde que la ley de Dios, como su Autor, es inmutable. Tiene que ver con todos nuestros actos, pensamientos y sentimientos. Nos sigue y llega hasta cada motivo secreto de acción. Por la complacencia en el pecado los hombres son inducidos a considerar livianamente la ley de Dios. Muchos ocultan sus transgresiones del prójimo y se lisonjean a sí mismos suponiendo que Dios no será estricto en señalar la iniquidad. Pero su ley es la gran norma de justicia y cada acto de la vida deberá compararse con ella en aquel día cuando Dios traiga a juicio toda obra con cada cosa secreta, ya sea buena o mala. La pureza de corazón inducirá a la pureza de la vida. Son vanas todas las excusas por el pecado. ¿Quién puede defender al pecador cuando Dios testifica contra él?
ST 21-41881


V16
Josué, pues, se levantó de mañana y mandó a Israel que se presentara por sus tribus.  Y fue tomada la tribu de Judá.
V17
Llamó a la tribu de Judá, y fue tomada la familia de Zera.  Se acercó la familia de Zera por los varones, y fue tomado Zabdi.

elena
V.18
0647


 


Acán cometió su pecado en desafío de las advertencias más directas y solemnes y de las manifestaciones más poderosas de la omnipotencia de Dios. Se había proclamado a todo Israel: "Guardaos, vosotros del anatema, ... porque no hagáis anatema el campo de Israel." Se le dio este mandamiento inmediatamente después del milagroso cruce del Jordán, después que el pacto de Dios fuera reconocido mediante la circuncisión del pueblo, y después que se observara la pascua y apareciera el Ángel del pacto, el Capitán de la hueste del Señor. Se había producido luego la caída de Jericó, evidencia de la destrucción que sobrevendrá infaliblemente a todos los transgresores de la ley de Dios. El hecho de que el poder divino era lo único que había dado la victoria a Israel y éste no había alcanzado, por lo tanto, la posesión de Jericó por sus propias fuerzas, daba un peso solemne al mandamiento que prohibía tomar despojos. Por el poder de su palabra, Dios había derrocado esta fortaleza; la conquista era suya, y sólo a él debía dedicarse la ciudad con todo lo que contenía.
Patriarcas y Profetas Pagina 529


V18
Se acercó su casa por los varones, y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.
V19
Entonces Josué dijo a Acán: "Hijo mío, da gloria al Eterno, el Dios de Israel.  Tribútale alabanza y declárame, te ruego, qué has hecho.  No lo encubras".

elena
V.20
0644


 


Acán reconoció su culpabilidad, pero lo hizo cuando ya era muy tarde para que su confesión le beneficiara. Había visto los ejércitos de Israel regresar de Hai derrotados y desalentados; pero no se había adelantado a confesar su pecado. Había visto a Josué y a los ancianos de Israel postrarse en tierra con indecible congoja. Si hubiera hecho su confesión entonces, habría dado cierta prueba de verdadero arrepentimiento; pero siguió guardando silencio. Había escuchado la proclamación de que se había cometido un gran delito, y hasta había oído definir claramente su carácter. Pero sus labios quedaron sellados. Luego se realizó la solemne investigación. ¡Cómo se estremeció de terror su alma cuando vio que se señalaba a su tribu, luego su familia y finalmente su casa! Pero ni aún entonces dejó oír su confesión, hasta que el dedo de Dios le tocó, por así decirlo. Entonces cuando su pecado ya no pudo ocultarse, reconoció la verdad. ¡Cuán a menudo se hacen semejantes confesiones! Hay una enorme diferencia entre admitir los hechos una vez probados, y confesar los pecados que sólo nosotros y Dios conocemos. Acán no hubiera confesado su pecado si con ello no hubiera esperado evitar las consecuencias. Pero su confesión sólo sirvió para demostrar que su castigo era justo. No se había arrepentido en verdad de su pecado; no había sentido contrición, ni cambiado de propósito, ni aborrecía lo malo
Conflicto y Valor Pagina 121

elena
V.20
0645


 


Así también formularán sus confesiones los culpables cuando estén delante del tribunal de Dios, después que cada caso haya sido decidido para la vida o para la muerte. . . Cuando se abran los registros del cielo, el Juez no declarará con palabras su culpa a los hombres, sino que le bastará con lanzar una mirada penetrante, que evocará vívidamente toda acción y toda transacción de la vida, en la memoria del obrador de iniquidad. La persona no tendrá que ser buscada. . . sino que sus propios labios confesarán su vergüenza. Los pecados ocultos al conocimiento de los hombres serán entonces proclamados al mundo entero
Conflicto y Valor Pagina 121

elena
V.20
0646


 


Si tenéis pecados que confesar, no perdáis tiempo. Los momentos son de oro. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad
Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 414

elena
V.20-21
0650


 


Hay muchos profesos cristianos cuyas confesiones del pecado son similares a la de Acán. Reconocen su indignidad en forma general, pero rehúsan confesar los pecados cuya culpabilidad descansa sobre su conciencia, y que han provocado el enojo de Dios sobre su pueblo. Muchos ocultan así pecados de egoísmo, engaño, falta de honradez para con Dios y su prójimo, pecados en la familia y muchos otros que es adecuado confesar en público. El genuino arrepentimiento proviene del reconocirdiento del carácter ofensivo del pecado. Esas confesiones generales no son el fruto de una verdadera humillación del alma delante de Dios. Dejan al pecador con un espíritu de complacencia propia que los hace proseguir como antes, hasta que su conciencia se endurece y las advertencias que una vez lo sacudieron apenas producen un sentimiento de peligro, y después de un tiempo su conducta pecaminosa parece correcta. Descubrirá sus pecados demasiado tarde, en aquel día cuando no puedan ser expiados con sacrificio ni ofrenda. Hay una gran diferencia entre admitir los hechos después de que se prueban, y confesar pecados que sólo son conocidos por Dios y nosotros mismos
ST 5-5-1881


V20
Acán respondió a Josué: "Es verdad, he pecado contra el Eterno Dios de Israel.  Esto es lo que hice.

elena
V.21
0651


 


Acán había fomentado la codicia y el engaño en el corazón, hasta que su percepción del pecado había llegado a embotarse y cayó como fácil presa de la tentación. Los que se aventuran a condescender con un pecado conocido serán más fácilmente vencidos la segunda vez. La primera transgresión abre la puerta al tentador, y él gradualmente derriba toda resistencia y toma posesión plena de la ciudadela del alma. Acán había escuchado las amonestaciones, frecuentemente repetidas, contra el pecado de la codicia. La ley de Dios, enfática y positiva, prohibía el robo y todo engaño, pero él continuó abrigando el pecado. Al no ser descubierto y reprochado públicamente, se hizo más osado; las advertencias tuvieron menos y menos efecto sobre él, hasta que su alma quedó atada con cadenas de oscuridad
ST 21-4-1881

elena
V.21
0652


 


Por un manto babilónico y un vil tesoro de oro y plata, Acán consintió en venderse al mal, en traer sobre su alma la maldición de Dios, en renunciar a su título a una rica posesión en Canaán, y perder toda perspectiva de la futura herencia inmortal en la tierra renovada. ¡Ciertamente pagó un precio terrible por su ganancia mal habida!
ST 5-5-1881


V21
"Vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, 200 siclos de plata (2,3 kgs), y un lingote de oro de 50 siclos (600 grs), que codicié y tomé.  Y los escondí bajo tierra en medio de mi tienda, y la plata debajo".
V22
Entonces Josué envió mensajeros, que fueron corriendo a la tienda. Y ahí hallaron todo escondido y la plata debajo.
V23
Lo tomaron de la tienda, y lo trajeron a Josué y a todos los israelitas, y lo pusieron ante el Eterno.

elena
V.24-26
0653


 


¿Habéis considerado porqué todos los que estuvieron unidos con Acán también fueron objeto del castigo de Dios? Fue porque no habían sido preparados y educados de acuerdo con las instrucciones dadas a ellos en la gran norma de la ley de Dios. Los padres de Acán habían educado a su hijo de tal manera que se sentía libre de desobedecer la Palabra del Señor; los principios inculcados en su vida lo llevaron a tratar a sus hilios de tal manera que también se corrompieron. La mente actúa, y a su vez influye sobre otra mente; y el castigo que incluyó a los que estaban relacionados con Acán revela que todos estaban implicados en la transgresión
MS 67, 1894


V24
Entonces Josué y todo Israel, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto y el lingote de oro, sus hijos e hijas, sus bueyes, asnos y ovejas, su tienda y todo lo que tenía, y los llevaron al valle de Acor.
V25
Y dijo Josué: "¿Por qué nos turbaste? Túrbete el Eterno en este día".  Y todos los israelitas los apedrearon y quemaron.
V26
Y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy.  Entonces el Eterno se volvió de su enojo.  Por eso aquel lugar fue llamado Valle de Acor (desgracia).

elena
Anexo
0654


 


Acán reconoció su culpabilidad, pero lo hizo cuando ya era muy tarde para que su confesión le beneficiara. Había visto los ejércitos de Israel regresar de Hai derrotados y desalentados; pero no se había adelantado a confesar su pecado. Había visto a Josué y a los ancianos de Israel postrarse en tierra con indecible congoja. Si hubiera hecho su confesión entonces, habría dado cierta prueba de verdadero arrepentimiento; pero siguió guardando silencio. Había escuchado la proclamación de que se había cometido un gran delito, y hasta había oído definir claramente su carácter. Pero sus labios quedaron sellados. Luego se realizó la solemne investigación. ¡Cómo se estremeció de terror su alma cuando vio que se señalaba a su tribu, luego su familia y finalmente su casa! Pero ni aun entonces dejó oír su confesión, hasta que el dedo de Dios le tocó, por así decirlo. Entonces, cuando su pecado ya no pudo ocultarse, reconoció la verdad. ¡Cuán a menudo se hacen semejantes confesiones! Hay una enorme diferencia entre admitir los hechos una vez probados, y confesar los pecados que sólo nosotros y Dios conocemos. Acán no hubiera confesado su pecado si con ello no hubiera esperado evitar las consecuencias. Pero su confesión sólo sirvió para demostrar que su castigo era justo. No se había arrepentido en verdad de su pecado; no había sentido contrición, ni cambiado de propósito, ni aborrecía lo malo. Así también formularán sus confesiones los culpables cuando estén delante del tribunal de Dios, después que cada caso haya sido decidido para la vida o para la muerte. Las consecuencias que incumban a cada pecador le arrancarán un reconocimiento de su pecado. Lo impondrá a su alma el espantoso sentido de condenación y la horrenda expectativa del juicio. Pero las tales confesiones no pueden salvar al pecador. Como Acán, muchos se sienten seguros mientras pueden ocultar sus transgresiones a sus semejantes, y se lisonjean de 533 que Dios no es tan estricto que note la iniquidad. Demasiado tarde, sus pecados los denunciarán en aquel día cuando ya no podrán ser expiados con sacrificio ni ofrenda. Cuando se abran los registros del cielo, el juez no declarará con palabras su culpa a los hombres, sino que le bastará con lanzar una mirada penetrante, que evocará vívidamente toda acción y toda transacción de la vida, en la memoria del obrador de iniquidad. La persona no tendrá que ser buscada por su tribu y luego su familia, como en tiempo de Josué, sino que sus propios labios confesarán su vergüenza. Los pecados ocultos al conocimiento de los hombres serán entonces proclamados al mundo entero
Patriarcas y Profetas Pagina 533

elena
Anexo
0655


 


Lo que Acán estimó como cosa muy pequeña fue la causa de gran angustia y pesar para los hombres responsables de Israel, y éste es siempre el caso cuando es evidente que el Señor está airado con su pueblo. Los hombres sobre los cuales reposa la responsabilidad de la obra son los que sienten más vivamente el peso de los pecados de la gente, y quienes oran con agonía del alma debido al reproche del Señor. Acán, la parte culpable, no sintió la aflicción. Tomó todo muy fríamente. No encontramos nada en el relato que indique que se sintió perturbado. No hay evidencia de que sintiera remordimiento o razonara de causa a efecto, diciendo: "Es mi pecado lo que ha traído el disgusto del Señor sobre el pueblo". No preguntó: "¿Será por mi robo de ese lingote de oro y del manto babilónico que hemos sido derrotados en la batalla?" No pensaba reparar su falta mediante la confesión del pecado y la humillación del alma
Carta 13, 1893

elena
Anexo
0656


 


Hay muchos en estos días que conceptuarían el pecado de Acán como de poca importancia, y excusarían su culpabilidad; pero esto se debe a que no comprenden el carácter del pecado y sus consecuencias, no entienden la santidad de Dios y sus requerimientos. Con frecuencia se oye la afirmación de que Dios no es exigente, ya sea que obedezcamos diligentemente su Palabra o no, ya sea que obedezcamos todos los mandamientos de su santa ley o no; pero el registro de la forma en que trató a Acán debiera ser una advertencia para nosotros. En ninguna manera justificará al culpable... La controversia en favor de la verdad tendrá poco éxito cuando hay pecado en los que la defienden. Hombres y mujeres pueden ser bien versados en el conocimiento de la Biblia, pueden estar tan bien familiarizados con las Escrituras como lo estuvieron los israelitas con el arca, y sin embargo, si sus corazones no son rectos delante de Dios, no lograrán éxito en sus esfuerzos. Dios no estará con ellos. No tienen un concepto elevado de las obligaciones de la ley del cielo ni comprenden el carácter sagrado de la verdad que enseñan. La admonición es: "Purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová". No es suficiente argüir en defensa de la verdad. La evidencia más eficaz de su valor se ve en una vida piadosa; sin esto las afirmaciones más concluyentes carecerán de peso y de poder persuasivo, pues nuestra fortaleza radica en estar relacionados con Dios por su Espíritu Santo, y la transgresión nos separa de esta sagrada proximidad a la Fuente de poder y sabiduría
RH 20-3-1888





 



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