(Autores.- David, Asaf, Moisés, Salomón. Escritos entre los años 1450 y 470 AC)
Cuán amable es tu morada
V1
¡Cuán amable es tu morada, oh Eterno Todopoderoso!
V2
Anhelo, y ardientemente deseo los atrios del Eterno.* Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
V3
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde poner sus pollos, cerca de tus altares, oh Eterno Todopoderoso, Rey mío y Dios mío.
V4
¡Dichosos los que habitan en tu casa! ¡Siempre te alabarán!
V5
¡Dichoso el hombre que tiene su fortaleza en ti, en cuyo corazón están tus caminos!
V6
Cuando pasa por el valle de lágrimas, lo convierte en manantial, que la lluvia temprana lo llena de bendición.
V7
Aumentará de fuerza en fuerza, y verá a Dios en Sión.*
V8
Oh Eterno, Dios Todopoderoso, oye mi oración,* escucha, oh Dios de Jacob.
V9
Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
V10
Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
V11
Porque sol y escudo es Dios, el Eterno;* gracia y gloria dará el Eterno. No rehusará ningún bien a los que andan íntegramente.
V12
Oh Eterno, Todopoderoso, ¡dichoso el hombre que en ti confía!